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Fresas maceradas o las fresas que hacía mi mamá
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Mis monólogos culinarios han vuelto.
Últimamente me enfrento a más de un pleito en la cocina: qué cocinar, qué hacer con las sobras que no vienen en formato soltero, a qué horas ir al súper. Compro por puchitos y aún así no logro condensar todo en platillos de #CocinaParaUno, pero ahí voy.
He resuelto a fiarle mi tiempo para ir al súper a
Fresco Market, ya que ellos te traen tus compras del súper a la casa. Basta con que hagás una lista, y ¡listo! Así fue como, un lunes, me salté la ida al súper y llegué de mi estudio a la casa, y encontré una canasta con productos frescos y chivos esperándome, quitándome ese peso de encima. Recibí, con esa canasta, el tiempo
extra que a veces nos hace falta, y que pude ocupar para ir pensando qué cocinar.
Y mucho de esto de cocinar para uno (o para dos, o para tres, dependiendo del día), lo resuelvo con hacer algo
hoy que puedo comer
mañana, como las fresas maceradas, que nunca supe que así se llamaban, que yo llamaba "las fresas que hacía mi mamá."
Necesitás:
- Media bandeja de fresas
- Una naranja
- Tres cucharadas de azúcar.
y ya.
Como las hacés:
- Cortás las fresas como más te gusten.
- Exprimís una naranja, y en un bol mezclas las fresas con el jugo de una naranja.
- Agregás azúcar.
- Las metés en la refri.
Y así fue, eso hice. Las podés servir de postre con vino tinto, si se te da la gana. Las podés acompañar con pancakes de chocolate, y comértelas al día siguiente, como hice yo.
La otra mitad de la bandeja de fresas de
Fresco Market las metí a congelar, cortadas, listas para hacerme
smoothies mañaneros, para uno.