Monday, September 10, 2018

Desayunar en el lago

es tan rico desayunar con tiempo

Más si es fuera de la ciudad. Todo es mejor fuera de la ciudad. Bueno, quizás la señal de celular y la diversidad se vuelven escasos en ciertos sitios... pero, en general, todo es mejor fuera de la ciudad: el clima, el descanso, y el tiempo para cocinar.

Cada vez que nos vamos (así, en plural) al lago o al mar, cocino. Cocino con tiempo. Agarrar el baguette que me estaba esperando, hacer una mayonesa con ajo; agregarle provolone y hacer sets de derretidos de queso. Mientras tanto, se cocen unos plátanos autónomos con nuez moscada, azucar, una pizca de sal y canela. Échales agüita, obvio; para ajustar. Esta receta nació hoy, y no se puede repetir. ¿Y los huevos? Agarrá el cebollín... el mismo de la barbacoa de ayer, pues, el que sobró... y ponelo allí a freir con [trozos de] tocino. Allí mismo haremos los huevos revueltos, pa' la mara. 10 huevos, para todos los comensales.

Research & Planning S.A. de C.V.
Pero antes, café y fruta. Me voy a desayunar un libro, un tour por mi agenda, y un poco de diario. Tomá asiento, que tenemos tiempo.

Foreplay de desayuno

Monday, July 23, 2018

Desayunar a la carrera

La vieja costumbre de desayunar a la carrera


Antes ni siquiera era cuestión de desayunar a la carrera, era de saltarse el desayuno altogether, pues nunca me despertaba con hambre. Un café, un poco de azúcar, algo de leche. Esa era mi manera de “no andar con el estómago vacío.”


Pero qué hambre tan terrible la que me entraba a media mañana, después de caminar al tranvía y a la Uni, o al salir del gimnasio al que yo no voy e irme al trabajo o a la U (a otra Uni)...


Así que desde el 2011 reemplacé el vacío con un pequeño boost: desayunar frutas o smoothies en el desayuno, para acelerar el metabolismo, para no desmayarme del hambre. Me despierta el apetito, y el ánimo.


Solo se necesita fruta, ideas y una licuadora.





saca ¼ de taza de fresas congelada
y también ¼ de taza de papaya congelada
ponles de ¼ a ½ de agua, empieza a batir
agrega ⅙ de zanahoria rallada, dos o tres ramas de romero
un poco de jengibre
trozos de naranja
vuelve a batir


Y esta es solo una de las miles de opciones para desayunar a la carrera –pues, una de varias smoothies. No es nada fancy, pero sí delicioso e ingenioso.

to go
hello

Friday, June 29, 2018

Brunch for one, for two

Cuando Fresco Market te da naranjas 

–¿Brunch mañana? Iba a hacer brunch para mí, pero puedo hacer brunch para las dos.
–Mejor brunch para dos, que para uno.

Esto fue más un diálogo que un monólogo. Nos escribimos pasadas las 9:30, para confirmar. Le dije que no hacía falta nada: tenía todo lo necesario, y hasta la seguimos después en la terraza, con tabaco y café.

Se me antojaba un montón huevos revueltos con tostadas, jamón y ensalada. Sí, ensalada; inspirada en un plato de SQIRL, Los Ángeles, que trae "a side of greens". Le da un lado almuerzo al desayuno tardío, y las tostadas con ricotta y jalen cierran el círculo brunch.

Se me antojaba todo: dulce, salado, fresco.

Ingredientes:
  • Lechuga
  • Perejil
  • Ajo 
  • Pimienta roja
  • 4 huevos
  • Pan rústico, rebanado
  • Ricotta
  • Jalea de mora
  • Jamón selva negra
  • Naranjas
  • Vinagre balsámico
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta, por supuesto.
Esto fue lo que hice, en este orden:
  • Exprimí dos naranjas y media para servirnos jugo. Faltó el champán: las mimosas son opcionales en los brunch para uno, para dos, o para más.
  • Lavé la lechuga, y la dejé descansar allí al lado. 
  • Cuatro rebanadas de pan, a tostar. Ojo, que no se quemen.
  • Derretí mantequilla con perejil, ajo y pimienta roja, para las tostadas saladas.
  • Ricotta + jalea de mora para la versión dulce y creída de las tostadas.
  • Huevos revueltos, fuego no muy alto, sin dejar de mezclarlos.
  • Vinagreta sencilla de balsámico, aceite de oliva, sal y pimienta, porque pues, sí. 
  • Una o dos rebanadas de jamón

Y ya, acompañado de chambres y diálogos. 

Sábados para desayunar, y chambrear.

Monday, June 18, 2018

Las fresas que hacía mi mamá


Fresas maceradas o las fresas que hacía mi mamá
FYI: Fresas de Fresco Market, bol de Delirio

Mis monólogos culinarios han vuelto.

Últimamente me enfrento a más de un pleito en la cocina: qué cocinar, qué hacer con las sobras que no vienen en formato soltero, a qué horas ir al súper. Compro por puchitos y aún así no logro condensar todo en platillos de #CocinaParaUno, pero ahí voy.

He resuelto a fiarle mi tiempo para ir al súper a Fresco Market, ya que ellos te traen tus compras del súper a la casa. Basta con que hagás una lista, y ¡listo! Así fue como, un lunes, me salté la ida al súper y llegué de mi estudio a la casa, y encontré una canasta con productos frescos y chivos esperándome, quitándome ese peso de encima. Recibí, con esa canasta, el tiempo extra que a veces nos hace falta, y que pude ocupar para ir pensando qué cocinar.

Y mucho de esto de cocinar para uno (o para dos, o para tres, dependiendo del día), lo resuelvo con hacer algo hoy que puedo comer mañana, como las fresas maceradas, que nunca supe que así se llamaban, que yo llamaba "las fresas que hacía mi mamá."

Necesitás:

  • Media bandeja de fresas
  • Una naranja
  • Tres cucharadas de azúcar. 


y ya.

Como las hacés:

  • Cortás las fresas como más te gusten.
  • Exprimís una naranja, y en un bol mezclas las fresas con el jugo de una naranja.
  • Agregás azúcar.
  • Las metés en la refri.
Y así fue, eso hice. Las podés servir de postre con vino tinto, si se te da la gana. Las podés acompañar con pancakes de chocolate, y comértelas al día siguiente, como hice yo. 

La otra mitad de la bandeja de fresas de Fresco Market las metí a congelar, cortadas, listas para hacerme smoothies mañaneros, para uno.