El Zaguán, Tlaquepaque, Jalisco.

Empezó porque el concierge del Hotel Victoria Express de Guadalajara, Jalisco nos dijo, a los huéspedes, que si ya habíamos ido al Centro Histórico de Guadalajara y no-sé-qué-ondas, que lo mejor para turistear fuera ir a Tlaquepaque. “Queda cerca y es bien bonito”, dijo. (Creo.)

Caminé por el centro de Tlaquepaque y sobre una calle no muy encendida me llamó la atención la entrada de este lugar: Zaguán Restaurante y Galería, letras de hierro levantadas sobre una estructura de madera (dirección e info de contacto: Juárez #5, San Pedro Tlaquepaque, a media cuadra pasando el Parian. Reservaciones: 3614-1814). 

Montaditos de hongos con mousse de flor de calabaza acompañados de la clave del Wifi y de cerveza Victoria

Una vez dentro, podés ver una sala con mobiliario en exhibición (lámparas, mesas y muebles del estilo de los que te querés llevar a vivir contigo), diseños de madera mixta con otros materiales dependiendo del objeto. A la derecha resalta el contenido del menú en una pizarra grande y al fondo, la cocina abierta, where the magic happens. Aparentemente, el diseñador del mobiliario es el arquitecto del espacio de este pequeño secreto jalisqueño de cocina de autor.

Allí almorcé, probando un poco de todo. Las papas gajo o como se llamen, acompañadas de dos aderezos, sazonadas a la perfección, fueron una de las entradas. Los pancitos con como sofrito de champiñones debajo de un mousse salado pero un poco dulce de flor de calabaza estaban deliciosos, también; y la sorpresa fue comer tacos de camarón empanizado con rebanadas de aguacate y aderezo chipotle sobre jícama. Sí: en vez de tortilla de maíz, jícama.

Tacos de camarones empanizados con aguacate en jícama (en vez de tortilla)

Luego, vino el plato fuerte: una pechuga con un relleno a base de arrayán y una salsa que ya no me acuerdo que tenía, acompañado de un portobello asado y juliana de chiles dulces y crocante de parmesano. Que me cocinen así todos los días, por favor. O que podamos todos conocer esta cocina espectacular y accesible que mantiene una propuesta única e integrada.

Pechuga de pollo rellena de arrayán acompañada de portobello y chiles pimientos

Pad thai improvisado

Invéntate tu propio Pad Thai

Según Wikipedia: "Se trata de un plato salteado en wok (stir-fried) a base de fideos de arroz con huevos, salsa de pescado (Thai), salsa de tamarindo, pimiento rojo, y cualquier combinación de brotes de soja, gambas, pollo, o tofu, decorado con cacahuetes picados y cilantro. Se sirve habitualmente con una rodaja de lima, El zumo de esta fruta se añade al plato como condimento. En Tailandia puede ser servido decorado con una flor de banana."

Según mi mamá, para hacer pad thai necesitás: "un poquito de dulce, un poquito de ácido y un poquito de picante; lleva esas tres cosas juntas"

Y el otro día que llegué a mi casa decidí hacer el mío en base a esa información y lo que hubiera en la alacena y en la refri.

Para hacer un pad thai improvisado, necesitás:

• 1 wok o sartén
• Fideos de trigo o arroz (hervir y colar)
• 6 camarones pelados 
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• Salsa
• Vegetales (yo usé medio chile verde, zanahoria picada y ya porque solo eso tenía) 

Para salsa:

• Cebollín
• 1/4 o media cebolla
• marañón
• salsa de chile morita
• 1 limón
• 1 diente de ajo
• 1 cucharadita de vinagre de manzana
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 1 cucharada de aceite vegetal
• 1 1/2 cucharada de miel
• 1 cucharadita de jengibre rayado
• 1 cucharada de salsa soya
• 1 cucharadita de sal china

PRIMERO calentar el aceite vegetal en un sartén. DESPUÉS mezclás todos los ingredientes juntos menos los camarones y los fideos, de modo a hacer como una salsa. LUEGO, echar camarones y fideos al wok/sartén, saltearlos, y continuar a saltearlos con todo y salsa y vegetales. 

Servir en un plato hondo y comer con palillos chinos para salir de la rutina. 

Tagliatelle con hongos y albahaca

Hoy es un buen día como para comer tagliatelle con hongos.

(Asumiendo que tenés a la mano 4 oz. de champiñones de algún tipo, 2 dientes de ajo, 1/4 taza de agua, 1/4 de cebolla picada, 1/2-3/4 taza de crema fresca, sal y pimienta, 5 hojas de albahaca y queso parmesano rayado, 1 cucharada de aceite de oliva y una cucharada de mantequilla)

Es un buen día como para venir y poner a sofreír los champiñones y la cebolla, picados, con la mantequilla y el aceite, como por 5 minutos hasta que despidan sus jugos y estén como cafés, agregándole el ajo gradualmente para no quemarlo al echarlo desde el principio, en un sartén con el fuego de mediano a alto.Y, luego, agregar la crema, mezclar; agregar también el agua, la sal y la pimienta para condimentar al gusto. Dejar que hierva un ratito y bajarle el fuego, que se consuma un ratito. Ojo, que esto no se tarda mucho; la idea es solo que se consuma un poco el agua y que coja el sabor y la consistencia digna de una persona hambrienta como uno.

Servir con la albahaca fresca picada y el queso rayado, y comer a solas. 

Huevos de por allá

La idea de hacer huevos con sabores diferentes me quedó sonando desde que vi una cazuela acompañada de pan árabe salir de la cocina del bistró Delirio de Mónica Patiño (Ave. Álvaro Obregón, México D.F.). La idea era de ¿Porqué no hacer una salsa con aceitunas klamata, tomate y berenjena? Y luego ahogar dos huevos en una cazuela con esa salsa y agrégat les Queso fêta y ¡al horno!